Torta de Arroz, Huevo y Zanahoria


















Hoy he estado jugando con un puñado de arroz que tenía en la nevera para ir usándolo durante la semana. Mi idea era hacer una galleta de arroz, pero he querido complicarlo un poco a ver qué se me ocurría.
El plátano y la zanahoria los he incluído a ver qué tal mezclaba el sabor dulce con el arroz, que luego irá con un poco de sal por encima.
Primero he picado el plátano y rallado la zanahoria lo más fina posible. Lo he mezclado con el arroz con la ayuda del mortero. He intentado chafar todo un poco, pero no había manera de aplastar los granos, así que desisto y me conformo con la semipasta que ha salido.
También he incluído un poco de huevo batido y luego harina, a ver si espesaba la cosa. No tenía salsa espesante ni ninguna ayuda especial, así que me he intentado apañar con lo que he encontrado. La verdad es que buena imagen no me daba el asunto.
Seguidamente he puesto un poco de aceite en la sartén, muy poco, y con la ayuda de un molde cuadrado, he puesto una capa lo más fina posible sin que queden agujeros. La he extendido con los dedos, mientras no quemaba todavía. El fuego estaba medio/alto. Lo he ido variando dependiendo del sonido que hacía, no quería que se quemara.
Cuando he creído que ya estaría, y mirando la parte de abajo levantando el molde ligeramente, le he dado la vuelta, y con la ayuda de un cuchillo he despegado el “invento”. Lo he frito un poco por el otro lado y le he puesto la sal gorda encima. Con un tenedor o cuchara, si la aplastas ligeramente te aseguras que quede enganchada.
Una vez dorada la otra parte, lo he sacado y la consistencia venía a ser más bien blanda. Aunque tampoco tanto como una tortilla francesa. No queda seco, así que, aunque puede cogerse con las manos, resulta muy parecida al pan “bimbo”. El tamaño lo podemos variar, incluso la forma, con la ayuda de otro molde, por ejemplo los que se usan para hacer galletas. Lo único que tiene que ser metálico, ya que si no se nos fundiría y el experimento ya sería muy punk para mi gusto.
Total, al probarlo me he llevado una grata sorpresa. Estaba muy bueno. La mezcla de la sal gorda con lo dulce de la, llamémosla “torta de arroz” era muy curiosa. También la textura. Así que para un desayuno, cubierta de mermelada, caramelo, o incluso manzana o lo que se os ocurra puede ser muy interesante. Esta receta tengo que repetirla y utilizarla para el blog, a ver cómo la combino y la hago más apetecible, aunqeu el aspecto la verdad es que no es malo.
Si se os ocurren combinaciones, compartirlas!
He probado también a freír con mucha aceite, pero sale demasiado esponjosa y absorbe demasiado líquido. Curiosamente sabe todo menos menos el plátano, que coge más sabor no se exactamente por qué.
P.D: Creo que es buena idea cambiar la sal gorda por Maldon o alguna con un grano más pequeña. La fina no conseguirá el mismo resultado, ya que no notaremos puntos concretos de sal, que es parte de la gracia, ya que donde no encontremos la sal notaremos el dulce de nuestra mezcla.